
Las personas alérgicas saben de sobra que los tratamientos convencionales contra las afecciones, basados principalmente en fármacos antihistamínicos y corticoides, tienen un efecto limitado. Sólo ofrecen un alivio temporal de los síntomas sin llegar a curar el trastorno que padece el sistema inmunológico. Con el inconveniente de que el cuerpo queda cargado de sustancias químicas que el sistema inmunológico tiene que administrar, por lo tanto, es doble trabajo para las defensas.
Una de las misiones principales del sistema inmunológico, además de defender al cuerpo de los agentes potencialmente agresores, es la de tolerar los que no lo son. Precisamente cuando éste se altera, se produce una hipersensibilidad ante sustancias (llamadas alérgenos) que no son en sí mismas dañinas.

El problema no es el alérgeno. Éste es simplemente un desencadenante, mientras que el cuerpo del paciente es el arma cargada. En consecuencia, la terapia debe centrarse en fortalecer la tolerancia inmunológica.
Las afecciones más frecuentes son las rinoconjuntivitis, el asma y las cutáneas, principalmente la dermatitis atópica, además de los ezcemas, la urticaria y el angiodema. También hay que citar las alergias a los alimentos, medicamentos o picaduras entre otras.
La pregunta más frecuente es: ¿Por qué se dan más episodios de tipo alérgico en primavera? La respuesta es sencilla. La reacción más frecuente (la rinoconjuntivitis) se presenta durante la estación polínica (primavera y verano). en nuestro país, las más habituales son las relacionadas con el polen de las gramíneas (cereales y hierbas) seguidas del olivo y las malezas.
Existen otras frecuentes en verano como son las picaduras (avispas y abejas principalmente) que aumentan en esta época del año, dado que en este tiempo se multiplica el número de insectos y las actividades al aire libre a la vez.
Muchas de las reacciones alérgicas que se producen en verano son por la exposición al sol, y las relacionadas con los tatuajes (éstas se relacionan con las sustancias empleadas para hacer los tatuajes). Estas reacciones causan picor y enrojecimiento de la piel básicamente.
La homeopatía ofrece una solución alternativa sin efectos secundarios con la que poder fortalecer el sistema inmunitario y así tolerar una mayor exposición al factor alérgeno.
Existen productos muy eficaces para todo tipo de síntomas, para ello el homeópata realizará una serie de preguntas y realizará un examen minucioso al paciente para poder diseñar el tratamiento personalizado más adecuado. Este tipo de tratamiento es largo y requiere un seguimiento, pero es una alternativa natural, sana y sin efectos secundarios.