POR UNA VIDA MÁS SANA Y NATURAL

La medicina natural estimula la vitalidad y ayuda a recuperar el equilibrio de las funciones corporales.
Es utilizada desde hace siglos para aliviar dolores y sufrimiento.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

FARINGITIS-LARINGITIS

                                    
Si una persona presenta dificultad para tragar o garganta enrojecida con dolor, es un claro síntoma de que existe una inflamación en las mucosas.

Los procesos inflamatorios de las vías respiratorias están causados, en la mayoría de los casos, por infecciones de virus; son menos frecuentes las infecciones por bacterias y generalmente se presentan en invierno o a principios de primavera.

De todas las infecciones en las vías respiratorias las más comunes son la faringitis y la laringitis. Las personas más sensibles a padecer  este tipo de infecciones son siempre los más jóvenes, los ancianos y las personas que presentan un sistema inmune bajo. Siempre empieza por un pequeño dolor de garganta que evoluciona hasta la infección.
                               
 

La faringitis se caracteriza por una sensación de dolor localizado en la faringe seguido de enrojecimiento y congestión de las membranas mucosas con dificultad para respirar y tragar. Puede ir acompañado de tos y mocos, inflamación de los ganglios linfáticos cervicales, dolor en los oídos y fiebre.

En su forma crónica al principio apenas presenta síntomas o son poco apreciables, pero le sigue dolor local, necesidad de tragar frecuentemente, carraspeo de la garganta, tos, pérdida o bajada del volumen de la voz y fiebre leve pero persistente.


La laringitis se caracteriza por una presencia de afonía y ronquera, se produce un enrojecimiento de la mucosa laríngea y de las cuerdas vocales, con sensación de sequedad y ardor en la garganta, tos seca y con cosquilleo acompañado de una expectoración con flema seca y pegajosa.

Dependiendo de si esta afección es leve, crónica atrófica o hipertrófica se presentan unos síntomas característicos u otros, pero todos cursan con un engrosamiento de las mucosas y de las cuerdas vocales. 

lunes, 7 de noviembre de 2016

METABOLISMO-PESO-DESGASTE ENERGÉTICO

                                          
Con mucha frecuencia las personas que padecen de sobrepeso considera que la principal causa de su problema es la lentitud de su metabolismo. ¿Es así realmente? Y en tal caso, ¿Es posible acelerar el metabolismo para quemar más calorías?

Metabolismo y peso corporal están conectados, sin lugar a dudas, pero no de la forma que la mayoría piensa. De hecho, contrariamente a lo que comúnmente se considera, es muy raro que un lento metabolismo sea la causa de un aumento excesivo de volumen y peso.

                                                 

El metabolismo influye en las necesidades energéticas básicas, pero es la toma de comida y bebida conjuntamente con la actividad física la que finalmente determinan el peso corporal.

La palabra metabolismo indica que nuestro cuerpo transforma los alimentos en energía, siendo el proceso mediante el cual el organismo convierte lo que comemos y bebemos en energía.

A lo largo de este proceso bioquímico complejo, las calorías de los alimentos y bebidas se combinan con el oxígeno para liberar la energía que precisa el cuerpo para funcionar.

Incluso cuando se descansa, el cuerpo necesita energía para desempeñar todas aquellas funciones que podríamos definir “escondidas” como la respiración, circulación, la regulación hormonal, procesos de crecimiento y de reparación celular.

                                              
La cantidad de calorías que el cuerpo utiliza para cumplir estas funciones básicas, es indicada con el término de metabolismo basal, que está determinado por diferentes factores:

-          - Dimensión y composición corporal, cuerpos más grandes o con más masa muscular queman más calorías, también durante el descanso.

-          - Sexo, los hombres suelen tener menos grasa corporal y más músculos respecto a las mujeres de la misma edad y peso, quemando por tanto más calorías.


-          - Edad. Con el envejecimiento la masa muscular tiende a disminuir mientras el porcentaje de grasas aumenta, ralentizando la combustión de calorías.

Constantemente, suele haber una tendencia a culpar al metabolismo como la causa del aumento de peso. Y es todo lo contrario, pues el metabolismo es el que se adapta a las exigencias individuales. Es por esto por lo que si se practican dietas de adelgazamiento demasiado restrictivas, el mismo organismo se compensa ralentizando los procesos corporales reservando calorías para sobrevivir.

                                           
                                    
Un aumento de peso es más la consecuencia de una excesiva introducción de calorías, con cantidades mucho mayores de las que el organismo consigue quemar.
Para perder peso es preciso crear una especie de déficit energético, reduciendo la aportación calórica, aún preservando la de los nutrientes necesarios, y aumentando la cantidad de calorías quemadas a través de la actividad física.