Cuando se sigue una dieta
estrictamente (siempre recomendada por un especialista) es importante mantener
el peso conseguido.
En ocasiones, este hecho se
convierte en una obsesión, pero siguiendo unas pautas y adquiriéndolas como una
costumbre es posible mantenerse. Pues no sirve de nada tanto esfuerzo si
después no se siguen pautas de mantenimiento.
Es de suma importancia continuar
con los nuevos y saludables hábitos nutricionales que se han adquirido durante
todo el tiempo que ha durado la dieta.


Pero mantener las nuevas
costumbres NO es fácil, siempre aparecen resquicios de nuestros antiguos
hábitos y es fácil volver a retomarlos. Con intención y voluntad se puede
superar esta molesta fase, únicamente hay que persistir en el hábito de comer
sano y realizar ejercicio.
La mayoría de las veces el ritmo
de vida que llevamos hace muy difícil encontrar una hora para realizar
ejercicio. Pero si nos organizamos bien podemos realizar ejercicio diariamente
casi sin darnos cuenta.
Hay que plantearse que igual que
se saca tiempo para revisar correos electrónicos, hacer la compra, elegir
nuestra roa y complementos o ver la serie que nos gusta, debemos pensar en
nuestra salud y sacar un ratito para el ejercicio. Además si nos motivamos
pensando en el aspecto físico y la salud que vamos a mantener, seguro que lo
conseguimos.
Pequeñas cosas como desplazarse
andando o en bicicleta, subir y bajar las escaleras (en lugar de coger el
ascensor) y al final del día procurar realizar estiramientos, e incluso algo de
relajación harán a la persona sentirse más activa y ágil. Todo esto acompañado
de una actividad que sea acorde a la condición física de cada uno (caminar,
correr, ciclismo, yoga, pilates, bailes, etc), será el complemento perfecto para estar en forma y
mantener esa silueta tan esperada y deseada.
¡Lo importante es mantenerse
siempre activos!