Los
síntomas producidos por alergias son tan comunes que pueden confundirse con otras patologías.
Otros síntomas más graves como puede ser
un ataque de asma, pueden desencadenar la aparición de alergias asociadas.
Los
síntomas pueden variar en complejidad, gravedad y manifestación. En las
alergias atópicas, el efecto de la exposición a un alérgeno puede ser
inmediato. Los síntomas pueden ser leves o graves y variar desde un picor de
ojos a un eczema, pasando por rinitis, conjuntivitis, vómitos, diarreas,
cefaleas…
Las
manifestaciones de una enfermedad atópica, varían de manera considerable según
el tipo de alérgeno implicado, así como la edad es un elemento a considerar.
Durante la infancia las alergias alimentarias siguen siendo las más comunes (en
especial al huevo y la leche). Con el paso de los años las alergias pueden
manifestarse o remitirse, sobre todo en las épocas donde se producen cambios
hormonales bruscos (adolescencia) suelen producirse un aumento a las
intolerancias que en ocasiones remiten o mejoran cuando el desarrollo hormonal
se ha completado y se ha llegado a la edad adulta.
Pero
¿Qué es una alergia alimentaria?
Es
una reacción del sistema inmunológico a un alimento, o a uno (o varios) de sus componentes.
¿Cuándo
se manifiesta dicha alergia?
Normalmente
suele manifestarse al poco tiempo de la ingestión del alérgeno.
¿Qué
alimentos están involucrados en estas reacciones?
Aunque
las alergias pueden manifestarse a cualquier alimento, entre los más comunes se
encuentran: leche, huevos, frutos secos, marisco, frutas con hueso y trigo
(gluten).