POR UNA VIDA MÁS SANA Y NATURAL

La medicina natural estimula la vitalidad y ayuda a recuperar el equilibrio de las funciones corporales.
Es utilizada desde hace siglos para aliviar dolores y sufrimiento.

jueves, 5 de abril de 2018

INFLAMACIÓN CRÓNICA Y ALERGIAS

                                               
La familia de las patologías autoinmunes es muy grande y sus trastornos se clasifican bajo esta misma categoría porque suelen ser heterogéneos, tanto por lo que concierne a la gravedad de la patología como por el área afectada por el daño orgánico.

En el ámbito autoinmune suelen aparecer trastornos dermatológicos, formas de dolor crónico (artritis reumatoide, fibromialgia…), también patologías de las vías respiratorias con carácter alérgico y/o inflamatorio, conjuntivitis, etc.
                                    
Las patologías autoinmunes suelen caracterizarse por su naturaleza inflamatoria crónica, asociada a una alteración neuroendocrina que impide la extinción del foco inflamatorio.

Estudios realizados en los últimos años indican una estrecha relación entre los mecanismos inflamatorios y la producción de diversas enfermedades. El trastorno en el organismo que se caracteriza por una inflamación persistente, aunque sea en una mínima entidad, puede crear una condición para el desarrollo de algunas patologías, y sobre todo, puede contribuir a su mantenimiento o interferir en su recuperación, que no llega a producirse nunca.
                          
Algunas enfermedades dependen del “desgaste” del sistema inmunitario que puede ser provocado por la existencia de una alergia alimentaria, una intolerancia alimentaria o una exposición a metales pesados.

Otros tipos de enfermedades derivan de estados inflamatorios crónicos debidos a una cadena de reacciones inmunológicas. Pueden influir sobre el sistema digestivo provocando colitis, cólicos, meteorismo, indigestión, falta de absorción de nutrientes, gastritis, etc., o contribuir al desarrollo de patologías inflamatorias crónicas.
                                    
Diferentes estudios revelan que existe un déficit en la respuesta inmunitaria en sujetos que padecen diferentes sintomatologías de carácter inflamatorio y/o alérgico.