POR UNA VIDA MÁS SANA Y NATURAL

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Es utilizada desde hace siglos para aliviar dolores y sufrimiento.

martes, 17 de diciembre de 2013

LA SACIEDAD. ¿Se puede controlar?

                                      

 Pues sí, se puede "engañar al cerebro". Con la ayuda de determinadas plantas medicinales y sustancias naturales, se puede poner en marcha la "maquinaria" humana y hacerle creer al hipotálamo que hemos comido lo suficiente. La glándula responde a su vez con una sensación de saciedad y como consecuencia disminuye el apetito.

   El hipotálamo del cerebro es el responsable directo de la conducta alimentaria de la persona. Es la torre de control de las sensaciones, y como no, entre esas sensaciones se encuentran el apetito y la saciedad.

                                 

   El cuerpo humano funciona de la siguiente manera: cada orden del sistema nervioso central al aparato digestivo recibe una respuesta con 11 señales a través de los nervios. Conforman lo que se conoce como el "cerebro entérico". De entre las que inducen la saciedad, han adquirido relevancia diferentes péptidos y hormonas liberados localmente durante una comida o después de ella, cuya salida está influenciada por nutrientes específicos.

   La Colecistoquinina se "fabrica" en la primera parte del Intestino Delgado y en el Duodeno en respuesta a la entrada del bolo alimenticio. Disminuye el grado de llenado gástrico y promueve su distensión. Origina directamente en el hipotálamo un efecto anorexígeno con disminución del apetito. las proteínas y las grasas estimulan su liberación.


   El péptido GLP1, semejante al glucagón, es una hormona producida en la parte final del Intestino Delgado. Adelanta la saciedad a la vez que retrasa el vaciamiento gástrico, lo que favorece su dilatación. Es propiciada por las grasas y los carbohidratos.

   Pues bien, los mismos resultados se pueden obtener con ciertas sustancias naturales de manera que se consigue "engañar" al hipotálamo haciéndole creer que hemos tomado las grasas adecuadas, lo que provoca la liberación de las anteriores sustancias y el consiguiente envío de mensajes de saciedad a la glándula cerebral. Y así, la persona siente menos necesidad de comer o lo hace en menor cantidad.

   Si tienes ansiedad o quieres comenzar una dieta de adelgazamiento, consulta con tu naturópata de confianza, que te haga un estudio personalizado y te recomendará los productos y sustancias naturales adecuados a tu situación.






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