POR UNA VIDA MÁS SANA Y NATURAL

La medicina natural estimula la vitalidad y ayuda a recuperar el equilibrio de las funciones corporales.
Es utilizada desde hace siglos para aliviar dolores y sufrimiento.

viernes, 15 de diciembre de 2017

METEORISMO E HINCHAZÓN ABDOMINAL



En condiciones normales, el organismo humano produce diariamente alrededor de medio litro de gases intestinales. Este proceso natural es parte de nuestra fisiología. Un 70% es aire introducido por la ingestión de los alimentos, el restante 30% deriva de las reacciones químicas relacionadas con los procesos digestivos y fermentativos por obra de la flora bacteriana intestinal. Entre los gases mayormente presentes están: oxígeno, nitrógeno, anhídrido carbónico, hidrógeno, metano, compuestos sulfurados y subproductos bacterianos (indol, escatol, sulfuro de hidrógeno, amoníaco) estos últimos son responsables del mal olor.

El contenido gaseoso intestinal puede variar entre individuos y en un mismo sujeto puede experimentar fluctuaciones. Cuando la producción de gases intestinales sufre alteraciones pueden aparecer espasmos, distensión y dolores abdominales, conjuntamente con una sensación de plenitud abdominal, inflamación y  borborigmos intestinales.

Nuestro intestino cumple una doble función que es fundamental: la de absorber los nutrientes provenientes de los alimentos y la de hacer barrera con permeabilidad selectiva. Cuando esta actividad de selección falla, se instaura un estado inflamatorio y se produce una alteración fisiológica.

                                       

Parece ser que el síndrome del Intestino Permeable está en el origen de patologías como el síndrome de Crohn, enfermedades inflamatorias intestinales, celiaquía, infección por cándida, problemas digestivos, fatiga crónica, asma, artritis, enfermedades autoinmunes,  diferentes intolerancias y alergias.

Las influencias ambientales como factores de estrés y sedentarismo, pueden desencadenar y empeorar los fenómenos del meteorismo, así como algunos alimentos (hortalizas de la familia de las brasicáceas, leche y lácteos frescos, alimentos grasos, bebidas gasificadas) aunque de manera subjetiva, pueden favorecer la producción de gases intestinales.
Las plantas carminativas, notoriamente benéficas frente a trastornos gastrointestinales, además de facilitar en su conjunto los procesos digestivos, favorecen el reequilibrio y la expulsión de los gases intestinales en exceso.

Las plantas carminativas deben su acción a los aceites esenciales que contienen. La actividad antiséptica de estos aceites contrarresta los agentes que causan putrefacción y fermentación intestinal; las plantas carminativas actúan directamente sobre la pared intestinal mejorando el tono de la musculatura lisa, favoreciendo la eliminación de gases y la reducción de las manifestaciones espásticas.