POR UNA VIDA MÁS SANA Y NATURAL

La medicina natural estimula la vitalidad y ayuda a recuperar el equilibrio de las funciones corporales.
Es utilizada desde hace siglos para aliviar dolores y sufrimiento.

viernes, 16 de febrero de 2018

INFECCIONES VAGINALES, FLORA BACTERIANA Y PROBIÓTICOS

                               

Los lactobacilos representan las bacterias dominantes de la flora vaginal y poseen propiedades antimicrobianas que regulan el delicado equilibrio del ambiente urogenital.

El uso de fármaco y terapias inapropiadas, además de la recurrencia de infecciones provocan un cambio en la flora local. El uso de probióticos a base de lactobacilos ayuda a restablecer la flora vaginal y recuperar su equilibrio.

                                    

Durante mucho tiempo se consideró que la acción protectora de los lactobacilos era debida a su actividad en el mantenimiento del pH ácido, ya que se constató que al aumentar el pH vaginal y disminuir el número de lactobacilos se presentan diversos tipos de infecciones. Con el tiempo se ha descubierto que además los microorganismos presentan son de diversa complejidad y no sólo modulan el pH, también producen el ácido láctico esencial para evitar infecciones.

La mayor parte de las cepas de Lactobacillus producen un efecto ácido láctico, sin embargo, sólo algunas cepas producen bacteriocinas y otros factores de regulación específica que inhiben la adhesión, la colonización, el crecimiento y supervivencia de especies no deseadas.

  
Las especies microbianas que habitan en el tramo vaginal, tienen un papel muy importante en el mantenimiento de la salud y en la prevención de infecciones. El número de especies microbianas que pueblan la zona vaginal es alrededor de 50, que es poco si lo comparamos con las 800 que habitan en el intestino.

A pesar de la cercanía de la vagina al ano, la diversidad microbiana presente en la vagina es muy inferior respecto a la del intestino. Las especies presentes en la mucosa vaginal varían en base a las diversas fases de la vida de una mujer.

La flora microbiana de una mujer sana en premenopausia está generalmente dominada por la especie lactobacillus y los más comunes son: L. iners, L. crispatus, L. gasseri y L. jenesenii ; seguidos por L. acidophilus, L. fermentum, L. plantarum, L. brevis, L. casei, L. vaginalis, L. delbrueckii, L. salivarius, L. reuteri y L. rhamnosus.

Todos los factores como los cambios hormonales (estrógenos sobre todo), el pH vaginal y los contenidos de glicógeno, pueden influenciar la colonización de los lactobacilos en la vagina.

lunes, 5 de febrero de 2018

MENOPAUSIA Y SU RELACIÓN HORMONAS-EMOCIONES

                                

Todos sabemos que durante la menopausia se producen diferentes cambios de humor, éstos se producen debido a los cambios hormonales que sufre la mujer en ésta época de su vida.

Las hormonas de tipo estrógeno influyen en la producción de serotonina, que es un neurotransmisor que tiene como función la de regular los estados de ánimo, entre otras cosas.

Otros factores y síntomas, como sofocos, sudoración nocturna, sensación de cansancio y diferentes cambios físicos pueden provocar también estos cambios de humor.
Hormonas como los estrógenos y la progesterona influyen en la regulación de las emociones. 

                                           
Cuando los niveles de estas hormonas están equilibrados, la persona tiene una predisposición emocional adecuada al ambiente porque es un estado emocional equilibrado y sano.
Pero la mujer no sólo experimenta estos molestos cambios de humor durante la menopausia, sino que durante este período se manifiesta un estado patente también en otros momentos importantes de la mujer como son el ciclo menstrual, el embarazo, la pubertad o el postparto.
Durante la menopausia, la producción de hormonas reproductivas disminuye y éste cambio altera el equilibrio hormonal, influyendo directamente en el estado de ánimo y en las emociones.

                                             

Actualmente, las mujeres de entre 40 y 50 años, están sumergidas (la mayoría) en compromisos profesionales y familiares con ritmos frenéticos. Es muy común que estas mujeres sufran de insomnio, cansancio, sofocos y otros síntomas que influyen negativamente ya que pueden provocar malestar general, irritabilidad, dificultad de concentración, etc.
Si añadimos a todo esto los cambios físicos que se producen en el cuerpo (sequedad vaginal, migrañas, pérdida de la líbido, etc.) el estado emocional se vuelve extremadamente sensible.

Es por esto que con la llegada de la menopausia se recomienda cambiar de hábitos.  Evitar el estrés, comer sano, hacer ejercicio regular suave y aumentar la vida social.




También puede ayudar a llevar esta época de cambio lo mejor posible la utilización de plantas como la Salvia, la Onagra, la Artemisa y la Soja. Lo mejor es consultar con un naturópata que ayudará a marcar las pautas que mejor se ajusten a cada caso para poder vivir la menopausia evitando todos estos molestos síntomas.