POR UNA VIDA MÁS SANA Y NATURAL

La medicina natural estimula la vitalidad y ayuda a recuperar el equilibrio de las funciones corporales.
Es utilizada desde hace siglos para aliviar dolores y sufrimiento.

martes, 30 de abril de 2013

NOTA

Una presión de los dedos en las sienes, unos pulgares que recorren la espalda o las manos de una madre que acaricia a su bebé, son gestos espontáneos a los que quizá se recurre en busca de un alivio que a menudo la medicina no consigue proporcionar.

lunes, 29 de abril de 2013

EL SHIATSU

   La palabra japonesa "Shiatsu", significa "presión con el dedo", aunque en esta técnica se utilizan generalmente los dedos pulgares. Esta forma de terapia tiene su origen en China del Norte y de allí pasó a Japón en el transcurso de numerosas guerras entre ambos países. El shiatsu puede ser considerado como algo más que un simple tratamiento para enfermedades específicas o para la agilización del proceso de relajación del cuerpo: es espiritualidad, filosofía, bienestar físico, etc. Hay personas que incluso lo consideran como una manera de vivir.

   Hay quien considera el shiatsu como un tratamiento más bien "misterioso", casi mágico y desprovisto de fundamentos científicos. En cambio, quien profundiza en este sistema y otros tantos de origen oriental como la acupuntura, no tarda en darse cuenta de que el shiatsu se cimenta sobre una base de conocimientos acumulados durante siglos. Estos conocimientos no siempre coinciden con la cultura occidental, pero son fruto de una manera de interpretar la realidad y de actuar en consecuencia, que pueden ser utilizados por todo el mundo con óptimos resultados.
 


 

   El shiatsu, que se rige por la medicina tradicional china, posee la visión de los fenómenos naturales y la capacidad de enfrentarse a la enfermedad. Una enfermedad es considerada un desequilibrio que afecta al individuo, y por tanto, a su estilo de vida.

   En la filosofía oriental, el individuo es considerado como un microcosmos, una concentración de nergía (Qi) que se manifiesta como la alternancia de dos movimientos opuestos y a su vez complementarios: YIN y YANG. La presencia de uno de ellos no es posible sin la de su contrario y en cada uno se da el reflejo del otro: alegría y dolor, sufrimiento y placer, acción y reposo, odio y amor...

   YIN, simbolizado por el agua, es estado de reposo, de potencialidad energética, capaz de adaptarse a cualquier forma.
   YANG, simbolizado por el fuego, es actividad y acción, es inestabilidad y proyectado hacia lo alto.

                               

   La energía o Qi del cuerpo se difunde por él a través de unos canales conocidos como meridianos. De estos canales, la mitad son de energía YIN y la otra mitad de energía YANG. Esta energía recorre el cuerpo tanto a nivel interno como a nivel externo. Estos recorridos energéticos o meridianos, aunque están estrechamente relacionados con la circulación sanguínea y con el sistema nervioso, no hay que confundirlos ya que son vías independientes.
                                                                                                               


   Los especialistas en las terapias del Shiatsu identifican sobre la superficie del cuerpo los puntos cutáneos, llamados "tsubos", a lo largo de los cuales transcurre el recorrido del meridiano a tratar y que estará relacionado con un órgano o víscera. La capacidad de localizar los "tsubos", de reconocer su estado y de intervenir en ellos con una simple presión manual es la base de la terapia del shiatsu.
A diferencia de otros tipos de masaje, el shiatsu hace uso de movimientos fluídos, frotaciones y manipulaciones. Se utiliza tanto la presión con la palma de la mano, como la de los dedos, sobre todo los pulgares.

   Únicamente en ciertos casos se utilizan codos, rodillas y pies. La presión no solo permite modificar el estado del paciente, sino también averiguar la presencia o ausencia de energía en un punto determinado del cuerpo. Diagnosis y terapia pueden incluso coincidir si quién practica el shiatsu ha desarrollado a través de la experiencia, la capacidad de identificar estados de equilibrio o desequilibrio de la energía (Qi).

   Para reestructurar el campo energético se pueden utilizar técnicas tonificantes, que estimulan y técnicas sedantes, que calman. Con la sola finalidad de conseguir el equilibrio energético y provocar una sensación agradable y de bienestar.

viernes, 26 de abril de 2013

¿QUÉ ES EL MASAJE?

  La palabra "masaje" no es fácil de definir, pues se trata de un acto antiguo y complejo. El masaje representa la necesidad instintiva de tocar una parte dolorida del cuerpo, al igual que hacemos por instinto al sufrir un golpe, un dolor agudo, una quemadura, ect. El masaje tiene por objeto preservar y mejorar el bienestar y la forma psicofísica de la persona.

  Durante el acto del masaje se establece un vínculo entre la persona que realiza el masaje y la que lo recibe. El contacto físico y mental se convierte en sinónimo de comunicación a varios niveles y resulta extraordinariamente importante para mantener el equilibrio y la salud.

  El terapeuta percibe a través de las manos y se puede llegar a descubrir la identidad psicosomática de la persona que se está tratando. Y a la vez, el terapeuta, intenta transmitir calor, armonía y relajación.

  Las manos del masajista son muy importantes. Hay que calentarlas, estirarlas y ponerlas a punto para que el trabajo sea óptimo y la persona que recibe el masaje sienta, nunca mejor dicho, que está en buenas manos.

  Está comprobado que la tensión continua y la rigidez del cuerpo provocan una disminución de la energía y la vitalidad en el individuo. Los conflictos emocionales no resueltos y todos los factores de estrés a los que nos sometemos a diario provocan tensiones musculares crónicas que dañan también nuestra salud emocional. Por otra parte, todo músculo contraído bloquea los movimientos y el cuerpo graba en su interior todo lo que le ocurre día a día.

  Nuestra manera de ser y nuestros malestares nos hablan de lo que ha sido nuestra historia personal.
Durante el masaje se desarrolla una acción en el punto en concreto donde se lleva a cabo, pero el efecto se extiende a lo largo del cuerpo generando un bienestar global.


  Un buen masaje reactiva la circulación porque provoca una dilatación de los vasos sanguíneos que están bajo la piel provocando una  mayor afluencia de sangre hacia las células. Al mismo tiempo, favorece la distensión de la musculatura por efecto de la activación de la circulación linfática y venosa. Y además,proporciona un reequilibrio hormonal y una mejora de la oxigenación de los tejidos.
                               

  Por lo general, se tiene la idea equivocada de que el masaje es un privilegio de las personas especializadas. Y en cierta medida es así, el estudio del cuerpo humano es imprescindible para comprender la fisiología y la patología, y así poder realizar un trabajo exquisito. Pero el masaje es un acto que en cierto modo todo el mundo puede realizar, ya que es un acto de AMOR. Si alguien sufre cualquier tipo de dolencia, un suave masaje en la zona dolorida calma y alivia la tensión aunque sea sólo por un tiempo. Y esa sensación de alivio hace al "pequeño masajista" sentirse tan reconfortado como si le estuvieran dando un largo abrazo.