
El mundo de los sueños es fascinante, intrigante, misterioso... Aunque a veces no somos capaces de detenernos a pensar en ello, los seres humanos pasamos aproximadamente una tercera parte de nuestra vida durmiendo. Cuando dormimos es nuestro subconsciente el que toma el control de nuestro cerebro y nos domina de una forma que no acabamos de entender.
Se sabe muy poco de este fenómeno tan intrigante, y que además nos afecta a todos por igual. No solo determina la salud física, sino que influye directamente en el equilibrio mental. Afecta a nuestro carácter, a nuestras emociones y a nuestro comportamiento.
El sueño es una manifestación más de cómo todos los seres vivos (los humanos especialmente) estamos regidos por los ritmos inexorables de la naturaleza. Dormimos y despertamos en un ciclo que se repite día tras día. Al igual que la Tierra gira alrededor del sol cada 24 horas y que se suceden las estaciones.
¿Quiere decir esto que "desperdiciamos" la tercera parte de nuestras vidas? ¿Es que mientras dormimos nos hallamos en una especie de limbo misterioso en el que cesa la actividad?
Hace tiempo no se pensaba así, pero actualmente se ha comprobado que el cerebro se mantiene en actividad constante, incluso durante el sueño. Al contrario de lo que se pensaba en otro tiempo, cuando dormimos, el cuerpo no "desconecta" sus funciones vitales.
Es verdad que en las primeras etapas del sueño se produce un descenso del ritmo circulatorio y respiratorio, para posteriormente pasar a otro periodo en el que la actividad física del organismo aumenta. El ritmo circulatorio y respiratorio aumentan, sube la presión arterial y hasta puede elevarse la temperatura corporal. Es tan intensa la actividad en este periodo que incluso puede producirse una verdadera turbulencia física... y es por esto que en algunos casos se han producido ataques cardíacos durante el sueño.
Lo que está comprobado es que mientras dormimos el cerebro se mantiene muy activo; redes de miles de millones de células nerviosas se mantienen en acción constante.
Durante este periodo de regeneración y reemplazo de células gastadas se aprovecha para almacenar energía.
El organismo segrega ciertas sustancias químicas que inducen al sueño, aunque a veces produce otras que lo bloquean y es entonces cuando se produce el insomnio.
Se ha comprobado que existen ciertas zonas del cerebro humano que controlan el tiempo que necesitamos dormir, pero se ha determinado que no existe en el cerebro una zona que podamos denominar "centro del sueño", sino que en este fenómeno participa todo el cerebro.
Entonces, ¿por qué dormimos? y sobre todo, ¿para qué soñamos?

Actualmente, es fácil comprobar que el sueño tiene muchas otras finalidades, además de la más conocida y evidente que es la de "reparar las energías perdidas". Probablemente la más importante sea la de "apagar" nuestro consciente, para dar paso al subconsciente.
Si logramos analizar las imágenes que se nos presentan en los sueños, podemos descubrir rasgos de nuestro carácter. Hay personas que desarrollan una especial sensibilidad a recordar sus sueños y posteriormente los analizan para descubrir qué les cuenta su subconsciente. Y existen personas expertas en el análisis e interpretación de los sueños.
A lo largo de la historia de la humanidad podemos observar cómo los sueños cobran suma importancia, incluso en algunos casos de forma extrema, en diferentes culturas del mundo.
Los Egipcios tenía un Dios de los sueños llamado "Serapis" al que dedicaron varios templos.
En la antigua China se consideraba a los sueños como "mensajes del alma" a la que llamaban HUN. Se creía firmemente que durante el sueño el alma se separaba temporalmente del cuerpo físico para comunicarse con las almas de los muertos. Y al regresar al cuerpo físico traían consigo mensajes especiales.
En Babilonia y Asiria, hacia el 500 A.C. se le atribuía un poder especial a la Diosa MAMU ó Diosa de los sueños. Y se han encontrado diferentes tablillas de arcilla con anotaciones de diferentes interpretaciones de los sueños.
En la India, existen los "cuatro libros Vedas", escritos en sánscrito hacia el 1000 A.C. Y en ellos se hace referencia a que los textos sagrados fueron revelados por Brahma a través de sueños. Además se menciona que los sueños que aparecen en la primera parte de la noche no se convertirán en realidad hasta pasado un año, los que transcurren a media noche se realizan en unos 8 meses aproximadamente y los que ocurren al amanecer se realizan en un presente inmediato.
Los habitantes de la Antigua Roma eran adictos a la interpretación de los sueños como medio para predecir el futuro.
Los sueños también han tenido gran trascendencia religiosa. La Biblia hace referencia a menudo de "sueños", "visiones" y "revelaciones".
Mahoma recibió la orden divina de crear el Islamismo en un sueño y mediante este medio se sucedieron diferentes acontecimientos de vital importancia para los seguidores de este culto.
Y si seguimos así, podemos mencionar a muchos personajes históricos que hacen referencia a los "sueños" como evento de vital importancia en el transcurso de sus vidas y que estos marcan acontecimientos vitales. Podemos mencionar por ejemplo a Gengis kan, Martín Lutero, Abraham Lincoln, John F. Kennedy... entre otros.
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