
El cuerpo necesita descansar para recuperarse de la fatiga, que es la consecuencia del duro entrenamiento, y necesita ayuda para desarrollar la elasticidad necesaria para alcanzar posteriormente un rendimiento adecuado. A medida que aumenta progresivamente el entrenamiento, se alcanza un punto donde el cuerpo no puede ya recuperarse totalmente entre sesiones, y la curva del rendimiento es lineal, y eventualmente declina.
Los síntomas de una recuperación incompleta son las agujetas, dolores articulares, inflamación de los tendones, etc. Incluso puede darse casos de desasosiego y dificultad para conciliar el sueño, causando a su vez estrés psicológico. Es en estos casos cuando el cuerpo es más vulnerable a las lesiones.
Mientras se sigue un programa de entrenamiento aparentemente normal se puede sufrir una deficiencia aguda como una distensión muscular grave, dislocaciones en las articulaciones y fracturas por un esfuerzo violento. Estas manifestaciones raramente sobrevienen por causa de accidentes y pueden ser evitadas con un enfoque más racional de las actividades de recuperación.
Debe programarse suficiente tiempo de descanso para permitir que los sistemas corporales se recuperen totalmente entre sesión y sesión.

La importancia de la recuperación y el streching se comprende perfectamente y debería constituir una parte integral del programa de entrenamiento. En ocasiones, pese a realizar ejercicios de un modo apropiado, es posible que se produzca una tensión muscular local que impida una recuperación completa.
El masaje puede ser utilizado para la relajación general del sistema musculoesquelético así como también ser orientado a áreas de problemas locales, mejorando de esta manera la recuperación y asegurando que ésta se consiga en la medida necesaria.
El deportista debería estar informado de los usos y ventajas del masaje para obtener el máximo provecho del mismo.
Todas las actividades deportivas implican una acción muscular como fuerza motor primaria, y muchas lesiones deportivas son precisamente lesiones musculares u originadas por dolencia muscular.

El masaje es la mejor forma para tratar la tensión muscular y presenta la singular ventaja sobre la mayoría de las terapias en que puede ser usada sobre una base regular para ayudar a prevenir lesiones por agotamiento psíquico, así como también ser usado como enfoque basado en una sintomatología para el tratamiento de lesiones específicas.
Un buen masaje puede eliminar a generación de agujetas y dolores de orden general que algunos deportistas parecen aceptar como atributo normal a su gradual de la mejora física, o a veces tratan de suprimir mediante medicamentos.
Estas agujetas y dolores pueden conducir a problemas más serios, por lo que el masaje aporta la ventaja de que previene estas lesiones. En el caso de lesiones específicas, el masaje puede explorar más íntimamente los tejidos blandos que pueden ser diagnosticados y tratados con mayor celeridad.
Con el masaje el terapeuta advierte los cambios que se producen en el cuerpo del deportista gracias a la sensibilidad de las manos y de este modo se puede adoptar un tratamiento según las percepciones recibidas. Por esta razón, cada tratamiento puede , y debe, ser exclusivo para cada persona y por lo tanto el más adecuado a las necesidades momentáneas del deportista.
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