POR UNA VIDA MÁS SANA Y NATURAL

La medicina natural estimula la vitalidad y ayuda a recuperar el equilibrio de las funciones corporales.
Es utilizada desde hace siglos para aliviar dolores y sufrimiento.

sábado, 25 de abril de 2015

ESTADO EMOCIONAL - COMIDA

                        

Cuando una persona se decide a ponerse a dieta, lo primero que suele buscar es un remedio que le haga perder esos kilos de más en poco tiempo y sin apenas esfuerzo. Y por qué no decirlo, todos hemos soñado alguna vez con poder tener el  cuerpo deseado con sólo un chasquido de los dedos.
Pero la verdad es que hacer dieta requiere un esfuerzo (sobre todo a nivel mental) y sacrificio.

El primer paso a seguir es establecer una fecha de inicio y adquirir el compromiso de seguir con unas nuevas pautas alimentarias el tiempo que sea necesario, todo esto con el convencimiento de que estos nuevos hábitos son beneficiosos para la salud y por supuesto hay que vivir el proceso con actitud positiva pensando en un final deseado. Es imprescindible estar animado y prolongar esta motivación en el tiempo, incluso cuando haya terminado el proceso de la dieta.

                                 

También es importante estar convencidos de todos los beneficios que se van a obtener con el cambio y estar seguros de que éstos compensarán el esfuerzo y sacrificio requerido. Ya que el proceso no es fácil ni tampoco es igual para todo el mundo. Éste varía en función del estado psicológico, así como de la implicación y de la motivación, ya que exige un cambio de hábitos y de estilo de vida. Hay que aprender a elegir alimentos con menos calorías, cocinar con poca grasa, descansar adecuadamente e incrementar el ejercicio físico.

Durante el tiempo que dure la dieta creo que es importante aprender también a querer nuestro cuerpo, mimarlo con cuidados y aprender a escucharlo. Nuestro cuerpo es más sabio que nosotros mismos y él nos dirá qué alimentos sientan mejor, cuales debemos tomar en menos o en más cantidad, etc.
El aspecto psicológico y emocional no solo está íntimamente relacionado con el resultado, sino que incide en el mismo de una forma considerable. El estrés y la ansiedad no ayudan absolutamente en nada.

                                  

En muchas ocasiones personas que se someten a una dieta y la han llevado de forma ordenada, recuperan los kilos perdidos en pocos meses y en ocasiones incluso algún kilillo más. Así que el éxito de una dieta no radica únicamente en poner una fecha de inicio y una fecha de término, en estar motivado, tener voluntad, etc. En buena medida está relacionado con el estado emocional de cada uno.

Esa frase típica de que cualquier momento es bueno para empezar una dieta es totalmente inapropiada bajo mi punto de vista. Creo firmemente que no es nada aconsejable comenzar una dieta con un estado de ánimo triste, apático y con baja autoestima. Esto hará que la persona se salte la dieta deliberadamente y posteriormente sufrirá un gran sentimiento de culpa que le inducirá a un estado depresivo.

                                

En ocasiones, cuando una persona sigue una dieta, tiene de repente un episodio de ansiedad por algún alimento en concreto. Normalmente dulce (chocolate, bollos o pasteles) o salado (patatas, snacks o queso).

La única manera de controlar esa necesidad impulsiva es la de asegurarse de que la dieta es sana y equilibrada, que se está siguiendo bien sin saltarse ninguna toma. Realizando cinco comidas al día para evitar episodios de hipoglucemia y sobre t







odo (especialmente) hay que mantener una actitud positiva, optimista y estar bien a nivel emocional.

lunes, 13 de abril de 2015

CONSEJOS PARA PREVENIR LAS ENFERMEDADES REUMÁTICAS

                            

En la actualidad, se reconocen como enfermedades reumáticas unas 200 diferentes. Los síntomas varían dependiendo de la patología que además cada persona experimenta de forma diferente. Pero existen unos denominadores comunes muy característicos como el dolor y la hinchazón de las articulaciones afectadas. Las más comunes son la artrosis y la artritis reumatoide.

Las enfermedades reumáticas tienen un origen no traumático y pueden ser muy diversas. Afectan principalmente al aparato locomotor; articulaciones, huesos, músculos, tendones y ligamentos. Pero también pueden verse afectadas otras partes del organismo.

Su importancia radica en que tienen un gran impacto en la calidad de vida del paciente y en que suponen un elevado coste económico y social.

                           

LA ARTROSIS: es un trastorno crónico de las articulaciones caracterizado por la degeneración más o menos avanzada del cartílago y del hueso adyacente, que puede causar dolor articular y rigidez, e incluso, incapacitar la articulación afectada.

El paciente encuentra dificultades a la hora de realizar cualquier tipo de movimiento, en especial durante las primeras horas del día. A medida que va avanzando el día, la movilidad mejora.

Su diagnóstico se realiza principalmente a través de radiografías. La mayoría de las artrosis son idiopáticas, es decir, que no existen causas desencadenantes del proceso destructivo, y otras son como consecuencia de enfermedades metabólicas, inflamatorias, alteraciones anatómicas o microtraumatismos sobre la articulación. En la mayoría de los casos las señales radiológicas de desgaste y los síntomas relacionados con la artrosis no son proporcionales.

Son bastante comunes los casos que muestran un deterioro radiológico importante sin apenas síntomas, y otros en los que los indicios son intensos o injustificados según el diagnóstico.
El dolor suele ser de tipo mecánico; presenta un comienzo gradual, de mañanas que aparece o aumenta la sobrecarga al andar. Este dolor suele disminuir con reposo y movimientos pausados.

                                   

LA ARTRITIS REUMATOIDE: es una enfermedad autoinmune caracterizada por la inflamación de las articulaciones periféricas que produce una destrucción progresiva de estructuras articulares y periarticulares. Suele ir acompañado de fiebre, anemia, adelgazamiento, etc. Por lo general se ven afectados ambos lados del cuerpo.

El dolor es de tipo inflamatorio que por lo general desaparece con el reposo y se vuelve agudo con el movimiento, la presión o el contacto de las articulaciones afectadas, tumefacción articular, alta temperatura, enrojecimiento, rigidez matutina o después de un estado de inactividad prolongado, deformidad articular, nódulos subcutáneos reumatoideos.

Para prevenir estas enfermedades reumáticas es importante evitar el sobrepeso y hacer ejercicio de forma regular con el fin de que los músculos ayuden a estabilizar la articulación y ésta sufra un menor desgaste.

También es importante llevar una dieta sana y equilibrada, además de evitar malos hábitos alimentarios. En estos casos es mucho más fácil prevenir que curar, ya que una vez desencadenada la enfermedad ya no hay vuelta atrás.

Por eso hay que intentar evitar la aparición de desgaste articular, osteoporosis y demás enfermedades reumáticas.

Para el tratamiento de estas patologías, el objetivo principal es aliviar el  dolor y la inflamación con el fin de que la articulación pueda mantener su movilidad evitando así su enquilosamiento. Hay que romper el círculo vicioso dolor-inmovilidad. Dentro de la fitoterapia se utilizan varias plantas que por sus efectos son especialmente indicadas para estas patologías.


                                  
HARPAGOFITO: una de las plantas antiinflamatorias más potentes que se conocen en el mundo, cuya efectividad ha sido demostrada a través de numerosos estudios. Es una planta Africana cuya raíz contiene propiedades antiinflamatorias, analgésicas y antiespasmódicas.

SAUCE: se utiliza la corteza de este árbol ya desde el antiguo Egipto para calmar el dolor y bajar la fiebre. Tiene propiedades muy efectivas gracias a su acción antirreumática, antitérmica, antiinflamatoria, antiespasmódica, antineurálgica y sedante del sistema nervioso.


ULMARIA: de esta planta es originaria la aspirina. Sus propiedades ayudan a disminuir la inflamación de las articulaciones y calma el dolor. También posee propiedades antitérmicas (baja la fiebre), diuréticas y anticoagulante.

COLA DE CABALLO: planta rica en minerales, especialmente en Potasio y Silicio. Posee una acción diurética y remineralizante. Es beneficiosa sobre el tejido conjuntivo.