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Es utilizada desde hace siglos para aliviar dolores y sufrimiento.

lunes, 14 de septiembre de 2015

CELULITIS

                                  

Por lo general, se asocia la celulitis a un problema estético. Conocido también como piel de naranja, afecta principalmente a la población femenina.

La calidad, cantidad y localización de la celulitis puede variar según la genética, los hábitos tóxicos o la edad.

Además de lo estético, la celulitis nos indica la existencia de un cuadro patológico referente a la piel y los tejidos adiposos que se ven afectados. También se le conoce como paniculopatía edemato-fibroesclerótica o lipodistrofia. Se trata de una afección microvascular conectiva que presenta alteraciones en la microcirculación arteriovenosa local, con la consecuencia de una respuesta anómala del tejido conectivo y el tejido adiposo.

     
Entonces la celulitis no sólo es un trastorno estético, sino también funcional. En él se instauran diversas condiciones fisiopatológicas, son procesos degenerativo-inflamatorios, que afectan a la microcirculación, al sistema linfático y a la matriz extracelular.

Las zonas del cuerpo más afectadas suelen ser las piernas, caderas, glúteos y brazos. Al producirse estos cambios endocrino-metabólicos que implican a la microcirculación, se modifican también el sistema linfático y el flujo hemático.

Todo esto produce edema, fibrosis conectiva e incluso esclerosis tisular. Así ocurre que la hipertrofia de los adipocitos lleva a provocar un espesor del tejido adiposo. Los vasos sanguíneos y los linfáticos se comprimen, las toxinas se acumulan en los tejidos y es por ello por lo que aparece una alteración en la piel de aspecto irregular conocido como “piel de naranja”.

Si padeces de este trastorno, es importante consultar con el naturópata cuál es el mejor tratamiento que favorezca la desaparición de estos síntomas, pero indudablemente la elección de una alimentación sana, variada y equilibrada; un buen estilo de vida y la realización de ejercicio frecuente son condiciones determinantes para el éxito del tratamiento.

Un buen tratamiento deberá de actuar en profundidad y en distintos niveles estructurales para poder restablecer la homeostasis de las células, matriz y tejidos, estimulando el natural proceso de regeneración de los tejidos.

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