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Es utilizada desde hace siglos para aliviar dolores y sufrimiento.

miércoles, 25 de mayo de 2016

TENDINOPATÍA Y NUTRICIÓN



En ocasiones, ocurre que nos lesionamos o sentimos dolor con frecuencia sobre una o varias articulaciones y  aparentemente “no se ve nada”, pero nuestro cuerpo sufre y somos conscientes de ello. Esto nos provoca un sentimiento  de impotencia porque no sabemos qué pasa en nuestro cuerpo y no podemos atenderlo como es debido.
Todas las molestias son por una debilidad tendinosa, en la mayoría de los casos que suele desaparecer con la alimentación adecuada y con una buena terapia de recuperación.

A continuación voy a describir cómo trabajan los tendones el  por qué hay que mantenerlos nutridos. Intentaré no ser demasiado técnica para que sea bien entendido por todos los públicos.

Los tendones presentan una capacidad limitada de auto-reparación; son estructuras anatómicas que unen músculos a huesos. Tienen una estructura cilíndrica, elongada, formada por tejido conjuntivo denso y adaptada a la tensión en una dirección con fibras de colágeno paralelas.

                                

Una de las causas principales de una lenta curación de tendones y ligamentos es la reducida vascularización de estos tejidos.

Las células predominantes en los tendones se llaman tenocitos (son células que fabrican todos los componentes extracelulares del tendón), que tienen la función de mantener la estructura en la matriz (estructura extracelular, compuesta por colágeno tipo I y sustancia fundamental) a través de procesos de degradación y síntesis. Sin embargo, el tendón tiene una densidad relativamente baja de células y con poca actividad mitótica, lo cual explica la reducida tasa de recambio de este tejido y cuestiona el grado en que las células pueden promover la curación intrínseca.

El colágeno es el elemento que aporta al tendón la rigidez y la resistencia a la tracción cuando se somete a una fuerza, y flexibilidad cuando se dobla, se comprime o se retuerce. El colágeno tipo I es típico del tendón y es el responsable de su resistencia a la tensión. Los tendones sanos tienen mayoritariamente colágeno tipo I, con pequeñas cantidades de colágeno tipo III.

Cuando se presenta un problema de tendinosis, parte del colágeno se pierde y se repara la estructura sintetizando colágeno de tipo III.





La sustancia fundamental, formada por agua y mucopolisacáridos, se encarga de organizar el tejido conjuntivo orientando y ordenando las fibrillas colágenas y de este modo determina la forma final del tejido y del organismo. Es precisamente la pérdida de orientación de este tejido conjuntivo lo que termina cronificando las tendinopatías.
Durante la práctica deportiva, el tendón está expuesto a soportar grandes tensiones, sobrecargas y fricciones, ya sea en forma de tendinopatías o de roturas espontáneas en los casos graves.

Durante los últimos estudios sobre tendinopatías parece ser que en estos casos no hay inflamación (no hay tendinitis) salvo en los primeros días. Luego la lesión se cronifica en parte por una arteriosclerosis y/o depósito de ácido láctico, ácido úrico, colesterol y triglicéridos.

Es importante mencionar que la falta de irrigación en el tendón puede ser debido a un problema metamérico, esto es una relación visceral que puede conllevar a una vasoconstricción en su metámera correspondiente (inervación animal y/o vegetativa), que puede ser el origen de la lesión.

                                         
Como ejemplo diré que existe una relación entre hígado y supraespinoso derecho, estómago y supraespinoso izquierdo, riñones y tendón de Aquiles, Colon y Tensor de la Fascia Lata, etc.

En estos casos es fundamental tratar el tendón, la acidosis y la víscera a la par; de esta forma la recuperación será total y en un periodo más corto de tiempo.

En todos los casos es imprescindible proponer un tratamiento en función de las causas que ha provocado la desorientación de las fibras. Una dieta alcalina ayuda a eliminar los depósitos de ácido úrico y láctico. Asimismo es una dieta que permite en principio disminuir los niveles de colesterol, triglicéridos y arteriosclerosis. Es siempre el tratamiento de elección de este tipo de lesiones.

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