POR UNA VIDA MÁS SANA Y NATURAL

La medicina natural estimula la vitalidad y ayuda a recuperar el equilibrio de las funciones corporales.
Es utilizada desde hace siglos para aliviar dolores y sufrimiento.

martes, 27 de enero de 2015

LECHES VEGETALES


Muchas personas tienen que tomar leches vegetales porque tienen intolerancia a la lactosa, el principal hidrato de carbono de la leche. También son comunes las alergias derivadas de la proteína de la leche. algunas personas sin tener intolerancia, con el paso de los años, la leche les produce trastornos digestivos. La mejor alternativa para estos casos es el consumo de leches vegetales como la de soja, arroz, avena,almendras, etc.

                      

De todas las leches vegetales la más conocida es la leche de soja, que destaca por sus propiedades nutritivas. Contiene un 36% de proteínas, vitamina A, vitamina E y muy poca grasa. Otra de las virtudes de la soja es la lecitina, que es un tipo de fosfolípido que ayuda a regular el colesterol y es fundamental para la salud de las membranas celulares que se encargan de decidir qué nutrientes pasan o no al interior de las células.

La leche de soja presenta varias ventajas, una de ellas es que se puede hacer queso (TOFU), yogurt y leche fermentada con bacterias lácticas vivas.

La leche de arroz es una de las más exquisitas y sabrosas de las leches vegetales. Su sabor es suave y agradable. Está especialmente recomendada en casos de problemas digestivos. Esta leche en embarazadas tomada muy fría ayuda a calmar los vómitos y náuseas. Contiene hidratos de carbono y es hipotensora ya que contiene muy poco sodio, pero aporta gran cantidad de potasio.

La avena es un cereal muy nutritivo que contiene proteínas y grasas insaturadas. Destaca por su elevado aporte de vitamina B.

                             

La leche de avena tiene un efecto alcalinizante y es ideal para tomar entre horas ya que sacia el hambre y no tiene apenas calorías.

Estas tres son las más conocidas y las que se pueden encontrar en el mercado sin ninguna dificultad, además a precios asequibles.

Existen otras leches como la leche de chufa (HORCHATA), la leche de almendras, de maíz, cebada, mijo o espelta.

Todas ellas son ideales para todas aquellas personas que no pueden o no quieren tomar leche de origen animal, son nutritivas y con un sabor muy agradable.



miércoles, 14 de enero de 2015

MANTENER A RAYA EL DOLOR DE CABEZA


El dolor de cabeza es una afección muy común y muy molesta.

                              

Aunque existen muchos tipos de dolor de cabeza, en la actualidad, la mayoría de las veces va asociado a un cuadro de estrés. Algunas personas describen este dolor como si tuviesen un cinturón ceñido fuertemente en torno a la cabeza.

Un cierto estrés es beneficioso para la salud y la capacidad productiva. Pero si este estado perdura en el tiempo, se convierte en un problema que puede tener como consecuencia el desarrollo de otras enfermedades.

Cada persona tiene un umbral diferente de estrés, pero en todos se alcanza un punto en el cual ya no actúa como un factor estimulante, sino perjudicial tanto para la salud como para el rendimiento.
Si el estrés pasa a formar parte de la vida diaria, la persona puede llegar a acostumbrarse, pero no se da cuenta de cómo esto va afectando a la salud y a la vida en general hasta que el cuerpo enferma y los problemas son tan grandes que se hace muy difícil el afrontarlos.

La reacción ante un exceso de estrés abarca el cerebro y la totalidad de las funciones orgánicas. Cada persona lo manifiesta de una manera y una intensidad distintas dependiendo de las características personales. Los síntomas que se pueden presentar son variados: contracturas musculares, fatiga continuada, cansancio sin motivo aparente, náuseas, falta de apetito, problemas digestivos, aumento del nivel de colesterol, infarto de miocardio, déficit inmunológico, insomnio, irritabilidad, falta de concentración, pérdida de memoria, aumento de la agresividad, dolor de cabeza… y un largo etc.
En ocasiones también se pueden llegar a producir trastornos psicológicos.

De todos los síntomas mencionados, las repercusiones neurológicas (agotamiento mental, falta de concentración y atención, ansiedad, insomnio, dolor de cabeza, etc.) son las que más imposibilitan a la persona y por lo tanto dificultan su recuperación.

Cuando una persona sufre de estrés emocional se  liberan en el organismo algunos agentes químicos que provocan cambios vasculares, que a su vez provocan dolores de cabeza.

Hay que combatir el estrés pero también hay que prevenirlo. Al prevenirlo se aparcan a un lado todas esas molestias descritas anteriormente.

Para que el cerebro pueda realizar todas sus funciones con precisión es importante que las neuronas se encuentren en un estado óptimo y los neurotransmisores en equilibrio.

Existen varios suplementos nutricionales que pueden ayudar al cerebro a estar sano y fuerte, así se mejora el estado de ánimo y se recuperan las funciones mentales.

                           

La fosfatidilserina es un fosfolípido, componente de las membranas celulares, que se concentra especialmente en las células cerebrales. Una suplementación con esta sustancia mejora notablemente la capacidad de atención, la concentración, el aprendizaje y la memoria. Además ejerce un efecto favorable sobre la motivación y el interés.

La L-teanina es un aminoácido que se encuentra casi exclusivamente en el té negro y el té verde que ayuda a  reducir el estrés y la ansiedad. Promueve la relajación mental y disminuye la irritabilidad sin crear somnolencia. También ayuda generar un estado de ánimo óptimo y garantiza un sueño de mayor calidad.

La taurina es un aminoácido que actúa como un importante estabilizador de las membranas de las células nerviosas. Este aminoácido es necesario para que la transmisión nerviosa se realice correctamente. Ayuda a combatir la fatiga y el cansancio. También ayuda en la coordinación de la actividad neuronal.

miércoles, 7 de enero de 2015

EL SILICIO Y SUSPROPIEDADES


El silicio es uno de los átomos más comunes de la Tierra y forma aproximadamente el 28% de la corteza total.

                                      
En la naturaleza, no lo podremos encontrar como un átomo libre, sino que se puede encontrar, por ejemplo, como un constituyente de la arena, una roca, el cuarzo, el granito y la arcilla.
Los compuestos de silicio se encuentran generalmente como silicatos, silicides, silanoles, siliconas, etc.

El silicio es un elemento traza esencial para el ser humano. En los años 70 no era considerado esencial para el metabolismo, pues solamente se encontraron con bajas concentraciones en el tejido humano. Pero diferentes estudios han demostrado, con el paso del tiempo, que el silicio es un elemento muy importante para el mantenimiento de la salud.

Nuestro cuerpo tiene una concentración de silicio aproximada de 7g. Y se encuentra en altas concentraciones en tejidos conectivos como el cartílago, los huesos, el pelo y las uñas.

Además, el silicio también está presente en el mundo vegetal como elemento traza en mayor o menor abundancia. El trigo, el arroz, la avena, la caña de azúcar y el bambú presentan cantidades nutricionales significativas de silicio.

Otros como la remolacha, las patatas, la cebolla, el aguacate, las fresas y las manzanas también lo incorporan. Y determinados frutos secos como las nueces y las almendras contienen cantidades comparativamente altas de silicio.

Ciertas plantas como la Cola de caballo, el Diente de león y la Alfalfa; algas marinas y otros productos como el vino y la cerveza también contienen cantidades importantes de silicio.

El silicio actúa sobre la formación ósea, estimula el crecimiento de nuevas células de hueso y reduce la velocidad de la desintegración del mismo. Además incrementa el metabolismo del calcio y de la vitamina D. Por esto es común encontrar concentraciones muy bajas de silicio en pacientes que sufren de osteoporosis.

                                        
El silicio también estabiliza la der de glucosaminoglicanos; es decir, la síntesis de colágeno, proteína fibrosa esencial para la flexibilidad del hueso. Es por ello por lo que nuevamente disminuye como consecuencia de un déficit de silicio.

Los primeros signos de una deficiencia de silicio son encontrados muy a menudo en la piel, el pelo y las uñas. La piel y el pelo pierden fuerza y elasticidad; las uñas se vuelven quebradizas y frágiles.

Por lo tanto, el silicio es importante para poder realizar una síntesis óptima de colágeno. Es crucial para activar la hidroxilación de las enzimas que unen el colágeno, las cuales mejoran la fuerza y elasticidad de esta proteína fibrosa. Cuanto mejor sea el colágeno, significa que tendrá una mejor piel, más elástica y con menos arrugas.


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