
Durante los meses más calurosos es frecuente sentir las
piernas pesadas, cansadas e incluso doloridas.
A continuación describiré pequeñas pautas para mantener una
circulación adecuada y poder aliviar esos síntomas tan molestos.



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Llevar una alimentación más ligera durante los
meses de calor, evitándolas grasas animales sobre todo.
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Beber suficiente agua.
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Masajear las piernas en sentido ascendente para
ayudar a estimular un adecuado flujo de la sangre.
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Si se pasa mucho tiempo de pie, sentarse y
colocar los pies en alto para favorecer la subida hemática.
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Si se permanece mucho tiempo sentado, estirar de
vez en cuando las piernas, realizar movimientos circulares con los pies y los
tobillos para favorecer la circulación.
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En la ducha, alternar chorros de agua fría y
templada (no caliente), sobre las piernas comenzando desde los tobillos de
forma ascendente y continuando hasta la ingle.
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Elevar 10-15 cm el fondo de la cama para
favorecer la circulación durante la noche.
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Mantener las piernas elevadas siempre que sea
posible.
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Realizar ejercicio moderado unas 4 horas a la
semana por lo menos.
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Unas cuantas sesiones de presoterapia ayudarán a
favorecer la circulación y a eliminar toxinas acumuladas en la sangre.