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Es utilizada desde hace siglos para aliviar dolores y sufrimiento.

miércoles, 21 de octubre de 2015

HIERBAS LECHERAS

                    

Las hierbas lecheras son conocidas como Euphorbiáceas que comúnmente son consideradas como peligrosas y venenosas. No obstante si se utilizan correctamente pueden ser usadas por sus propiedades terapéuticas.

Existen tradiciones populares repletas de remedios confeccionados con estas plantas, algunos se han recuperado por la moderna farmacopea, otros se encuentran en vías de ser olvidados.

Son unas 50 especies de Euphorbias las que crecen a lo largo de la península ibérica. Todas ellas reciben el nombre de Lectetreznas o hierbas lecheras. Se conocen por este nombre porque su sabia es un látex blanquecino y viscoso que al secarse deja un residuo en forma de resina.

Estas plantas contienen ácidos orgánicos, resinas, alcaloides, glucósidos y principios amargos.
Algunas especies como el tártago han sido investigadas para la extracción de petróleo debido a su alto contenido en terpenos y por su abundancia.

                                  

El uso más común de esta planta dentro de nuestro territorio es el de utilizarla para combatir las temidas verrugas. Su uso se remonta hasta tiempos inmemoriales y su trasmisión de generación en generación es la de que hay que tener especial cuidado en recoger el látex porque es extremadamente irritante sobre todo en las mucosas (ojos y boca).


Otro remedio antiquísimo es el utilizado como purgante. Se extremaba su uso ya que sólo se podía utilizar en personas con el “estómago  recio”. Se colocaba una sola gota de Euphorbia dentro de un higo o amasada con un poco de harina pero nunca jamás sola.

Existen regiones en que es costumbre cocer sus semillas y emplearlas en infusión como purgante. El látex de la Euphorbia posee la propiedad de cuajar la leche, por lo tanto, otra de sus utilidades ha sido para la fabricación de queso.

Otro uso muy común de estas plantas es el dermatológico. Se dice que antiguamente la empleaban los cazadores aplicándoselas a los perros en las heridas. También se le conoce otra aplicación que es la dental, se introducía una gota en la caries de una muela infectada para paliar el dolor.

                               

En herpes y quistes de las caballerías era muy común su tratamiento no hace mucho tiempo atrás.
Pero también existen muchos bulos y leyendas respecto a estas plantas. El más extendido es el usado como estimulante viril. Se decía que su látex estimulaba el miembro viril masculino poniendo una gota sobre el glande. Y efectivamente lo estimula, pero produciendo un priapismo tremendamente doloroso por la irritación. También se decía que una gotita sobre los pezones del pecho de la mujer hacía que estos crecieran y se endurecieran, y aunque eso es real, es a costa de una enorme irritación, picor y dolor que no suele calmarse fácilmente.

Parece ser que el látex de esta planta es bastante efectivo en casos de papiloma y de pie de atleta, pero desgraciadamente todavía no hay nadie que haya hecho una investigación profunda al respecto.

No obstante, estas hierbas lecheras siempre despiertan el interés, odiadas por unos y alabadas por otros, lo que está claro es que tienen grandes propiedades terapéuticas. Solo hay que saber utilizarlas.






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