POR UNA VIDA MÁS SANA Y NATURAL

La medicina natural estimula la vitalidad y ayuda a recuperar el equilibrio de las funciones corporales.
Es utilizada desde hace siglos para aliviar dolores y sufrimiento.

lunes, 5 de junio de 2017

LA FIBROMIALGIA

                           

Muchas personas conocen muy bien el proceso de la fibromialgia y su característica principal que es la falta de energía. La persona que sufre de fibromialgia siente una debilidad muy profunda que va acompañada de dolores intensos, insomnio, migrañas, debilidad, musculatura tensa y otros muchos  síntomas.

Hoy vamos a hablar de esta dolencia, pero lo haremos desde el punto de vista energético y emocional. 

Todos sabemos que las emociones se reflejan en el cuerpo, vamos pues a ver cómo se desarrolla la fibromialgia y los síntomas que provoca.

En la sociedad actual las prisas, los horarios, la falta de descanso y el tener que ser polifacéticos pasan factura al cuerpo. Nos hemos impuesto muchas tareas en la vida, hemos hecho de todo y más, hemos buscado energía de donde no había (puede incluso que se hayan recurrido a estimulantes u otros métodos) y ahora, esta energía ancestral y constitucional, que se recoge principalmente en los riñones, está totalmente agotada. Hay que volver a regenerarla, pero con paciencia, tiempo y mucho cariño hacia uno mismo.

Sabemos muy bien que nuestros pensamientos generan nuestras emociones, y éstas afectan de forma directa a nuestro cuerpo físico.

Por lo que el primer paso será observar y reflexionar sobre nuestros pensamientos.
Las personas que sufren de fibromialgia deberían plantearse:

1.  Cambiar el “hacer” por el “ser”.
2.  Cambiar el “hacer” por el “dejar hacer”.
3.  Aceptar esta debilidad y fomentar otros planos como el intelectual.
4.  Cambiar el “dar” por el “recibir”.
5.  Cambiar la negatividad de los pensamientos, intentando mantener siempre una actitud positiva.

Siguiendo en la misma línea, es vital agradecer, aprender a decir “gracias”. Estar agradecidos a la vida por todo lo que se nos da, y sentirnos privilegiados por todo lo que tenemos.

La rigidez e inflexibilidad está muy relacionada con el hígado, tanto a nivel de alimentación como de emociones. El cuerpo emocional necesita depurarse de emociones pasadas, requiere nutrirse de emociones nuevas, positivas, de amor, de amistad y de comprensión; para ello hay que “dejarse querer” a nivel familiar, de amistad, social y de uno consigo mismo. 

Si realmente se desea mejorar hay que empezar por la parte emocional, es imprescindible para obtener resultados. Existen infinidad de ejercicios que se pueden hacer para ayudar al plano psicológico, para mejorar la salud.

A continuación escribo unas cuantas frases que pueden ayudar a este trabajo:



                            


Me parece importante destacar que muchas veces no sabemos realmente detectar las necesidades de nuestro cuerpo. Lo confundimos. Tendemos a creer que todos tienen las mismas necesidades y no es así.
La mayoría de las veces acarreamos emociones y vivencias pasadas sin darnos cuenta. Pueden pasar años arrastrando vivencias que afectan  a todos los niveles de nuestro ser produciendo muchos bloqueos, tensión, emociones contradictorias y pensamientos negativos.
Para conseguir unos resultados satisfactorios es necesario contar con alguien de confianza que nos ayude en el proceso. En ocasiones no hace falta contar con un expertos constantemente, basta con tener cerca a una persona que nos escuche y que permanezca a nuestro lado acompañando.



No obstante, el resultado final depende de uno mismo. El autoamor, el regalarnos cada día calidad de vida, cuidarnos e intentar buscar esta conexión que todos tenemos en lo más profundo de nuestro Ser. Todo esto resulta vital para la salud de cualquier ser humano, se cultiva con el silencio y con momentos de reflexión y de paz interior.

                                     

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