
Sexualidad en la vejez… mucha gente está convencida de que
el sexo es factible únicamente durante una época en la vida.
La mayoría de las mujeres suelen pensar al llegar la
menopausia que el sexo es “agua pasada”. ¿Sigo siendo atractiva?, ¡Mi cuerpo ya
no es el mismo!, “Me da vergüenza desnudarme”, “Ya no tengo ganas”; todas estas
frases y algunas otras son el reflejo del temor y la inseguridad de la mujer
respecto a su cuerpo y la sexualidad una vez pasados los 50 años, cuando la
menopausia amenaza con apagar el sexo y como consecuencia, en muchos casos, la
pareja.


Y es normal que ocurra todo esto, pues con la llegada de la
menopausia aparece la sequedad vaginal, la pérdida del apetito sexual e incluso
infecciones vaginales que son muy molestas.
La sexualidad es un aspecto fundamental en la vida de todo
ser humano en cualquier etapa, ya que ofrece múltiples beneficios a la salud
emocional y al bienestar de la pareja, por lo cual es muy importante que las
mujeres no renuncien al amor y al placer al llegar a la menopausia.
Debido a la deficiencia de estrógenos, propia de la menopausia,
los tejidos de las paredes de la vagina se vuelven más delgados y secos,
ocasionando irritación, sequedad y lesiones vaginales, lo que hace muy incómodo
e incluso imposible el contacto sexual con la pareja.
Además de éstos, se añaden otros síntomas como la
irritabilidad, los sudores nocturnos y los bochornos, entre otros, lo que
contribuye a disminuir la líbido
ocasionando conflictos en la pareja.
Otros factores que intervienen en la vida sexual de la mujer
en esta época de su vida, es la presencia de mayor susceptibilidad a
infecciones vulvovaginales debido a que la deficiencia de estrógenos incrementa
la alcalinidad de la vagina, lo que favorece la aparición de bacterias
patógenas.
Los cambios hormonales durante la menopausia también juegan
un papel importante en el desarrollo de la incontinencia urinaria,
caracterizada por la urgencia para orinar, disuria, o la pérdida involuntaria
de orina al reír, toser o estornudar. Esta situación puede llegar a presentarse
durante el acto sexual, lo cual hace que la mujer se sienta incómoda e insegura
con la pareja.


El amor y la satisfacción sexual son puntos muy importantes
para el bienestar, salud sexual y plenitud de la mujer a cualquier edad. Por
ello, las mujeres maduras deben tener una actitud positiva respecto a su cuerpo y su sexualidad.
Algunas estrategias para una sexualidad saludable es la
práctica de ejercicio moderado, una alimentación saludable y equilibrada,
realizar con frecuencia actividades lúdicas y utilizar algún tratamiento para
paliar todos los síntomas negativos. En naturopatía se utilizan plantas como la
Onagra, Artemisa, Soja y Salvia, estas plantas producen estrógenos similares a
los producidos por la mujer lo cual ayuda en gran medida a reducir todos
aquellos síntomas molestos y desagradables. Además, un buen tratamiento de
acupuntura sería el complemento perfecto para conseguir un estado más agradable
y relajado que permitirá disfrutar al máximo de la sexualidad.
Junto con el tratamiento adecuado a cada mujer, que elimine
las molestias fisiológicas, es fundamental mantener conversaciones con la
pareja respecto a los cambios que se experimentan, así como compartir temores y
deseos, a fin de fortalecer el vínculo de comunicación y amor que permitirá
mantener relaciones satisfactorias y placenteras.
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